Como imanes...

Y nos encontramos. siempre nos encontramos, de alguna forma, siempre acabamos juntos, no importa a donde vaya, no importa cuánto intente alejarme de ti. No importa. tú siempre me encuentras.

Con cada luna nueva

Te busco en el llanto de los días nuevos y te extraño, y te olvido. Olvidos que llevan tu nombre y uno que otro insomnio. Insomnios de sentirte lejos, juré olvidarte… y con cada luna te recuerdo.

¿Qué plan?

Todos tenemos un plan. Aunque esté ultraescondido en tu inconsciente. Cada uno sabe lo que quiere. Cada uno sabe todo lo que no resultó, todo lo que le falta.

Por nosotros

Está noche vengo a ti, no por ti ni por mi, sino por los dos, porque lo merecemos, porque tenemos asuntos pendientes que arreglar, porque tanto tiempo nos hemos buscado sin querer que no vale la pena alejarnos por minucias que el destino nos ha otorgado para tratar de separar lo que algunos ayeres decidimos unir. Vengo a ti sin juzgar nuestro pasado, a echar a la suerte nuestro porvenir, estoy aquí por los días que nos faltan y las horas que no han transcurrido, me encuentro aquí por lo que somos y lo que nos queda por ser.

No importa el lugar

Pero, al fin y al cabo, fuera adonde fuese, no dejaba de ser yo. Volvía a repetir los mismos errores, volvía a herir a otras personas del mismo modo y volvía a hacerme daño a mí misma.