La verdad es que a todo el mundo le gusta pensar que puede ser fuerte.
Pero ser fuerte no solamente se trata de ser duro. Se trata de
asimilarlo.
A veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser
fuerte por una vez. No tienes que ser duro cada minuto de cada día. Está
bien bajar la guardia. De hecho, hay momentos en los que es lo mejor
que podrás hacer. Siempre que escojas tus momentos con cabeza.
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