A veces la realidad entra a escondidas y nos muerde el culo, y cuando
el dique revienta solo te queda nadar. El mundo de los engaños es una
jaula, solo podemos auto-engañarnos un tiempo determinado, nos cansamos
tenemos miedo. Negarlo no cambia la realidad, antes o después tenemos
que dejar de lado las negociaciones y enfrentarnos al mundo cara a cara
con todas nuestras armas; cuando el dique revienta te espera un océano
enorme, ¿pero cómo logras no ahogarte?
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