Tenemos cicatrices en los lugares más insospechados como si fueran mapas secretos de nuestra historia personal, vestigios de viejas heridas.Algunas heridas se cierran dejándonos solo una cicatriz...pero otras no.
Algunas las llevamos a todas partes y aunque se cierren, el dolor persiste recordándonos que están ahí.Pero ¿Cuáles son las peores? ¿Las nuevas heridas terriblemente dolorosas o las viejas heridas que debieron cerrarse hace años pero no lo hicieron?
De momento solo se que las viejas heridas nos enseñan algo, quizás aprendemos un poco más sobre el dolor, además nos recuerdan las personas que han pasado por nuestras vidas y nos llevan a los lugares dónde ya hemos estado alguna vez.
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