sábado, 31 de mayo de 2014

Soy tuya







Se me antojó escribirte para decirte que en esta primera hora de soledad pienso en ti. Sólo para eso. Para decirte nuevamente que te quiero con toda el alma, que te quiero con todo lo que soy, que soy tuya.



sábado, 24 de mayo de 2014

¡No puedo!







Te odio, odio tu forma de ser, odio como me tratas, odio como me ignoras, odio tu cara, odio la manera en que me haces sentir, odio tu voz, odio tu actitud pero mas odio no poder odiarte, ni un poquito, nada.



sábado, 17 de mayo de 2014

Te love a ti






Te quiero. Sin pensarlo, sin medida, sin cordura. A todas horas, cuando te enojas, incluso cuando no estás. Te quiero. Sin preguntas, sin lógica, sin cuidado. Te quiero. Tan simple como escribirlo, tan complicado como nosotros.




sábado, 10 de mayo de 2014

Un sábado por la noche...







Nunca lo sentí. No sentí el momento en que la soledad me invadía, en que me perdía en mi misma, en que me alejaba de todo. No percibí que estaba cambiando, que poco a poco me aislaba de lo que solía ser. Simplemente un Sábado en la noche, me acosté en mi cama y me sentí sola.







sábado, 3 de mayo de 2014

Pero no...






Cuando nos enamoramos por primera vez todos creemos que será para siempre. En algún momento llegamos a la conclusión de que las cosas han cambiado. Las ilusiones comenzaron a desgastarse, las promesas pusieron pretextos y las metas no se veían ni a lo lejos. Algo falta, o mejor dicho, alguien sobra.
Despertar a la realidad no es cosa sencilla, tampoco lo es cerrar el cuento de hadas, ni abrir la mente para analizar fríamente lo que sucede y ver las fallas propias, la indiferencia, lo imperdonable, lo imposible de reconstruir y las migajas que quedaron.
Pensar que algo pudo ser y no fue.
Casi fue pero no pudimos.
Pudimos pero no quisimos.
Pero no.