sábado, 10 de mayo de 2014

Un sábado por la noche...







Nunca lo sentí. No sentí el momento en que la soledad me invadía, en que me perdía en mi misma, en que me alejaba de todo. No percibí que estaba cambiando, que poco a poco me aislaba de lo que solía ser. Simplemente un Sábado en la noche, me acosté en mi cama y me sentí sola.







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