La responsabilidad es un verdadero asco, por desgracia cuando has
pasado la época de los aparatos correctores, las revistas de
adolescentes y las acampadas con amigos, la responsabilidad se queda contigo, no puedes escapar, o
alguien nos lo hace comprender y sufrimos las consecuencias, aunque la
madurez tiene sus ventajas, me refiero a los zapatos bonitos, al sexo
y a no tener padres diciéndote que hacer, eso está muy bien.., pero en
el fondo nunca dejaremos de ser esos niños y adolescentes con carácter
propio y rebeldia hacia el mundo.
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