Nunca lo supe

Tendría que empezar por reconocer que nunca supe de modo cabal en que términos estaban planteadas nuestras relaciones. Siempre ha habido una zona equívoca en la que los gestos, los silencios y las palabras podrían representar con la misma eficacia tanto el odio como el amor, tanto la piedad como la indiferencia.