sábado, 11 de abril de 2015

Como un lienzo







Imagina un lienzo sin color, totalmente en blanco, hasta que llega alguien y empieza a pintarlo. Mejor dicho a mancharlo. Al final el lienzo queda cubierto por una mancha negra imborrable. Pues lo mismo me has hecho tu a mí, solo con una diferencia, que el lienzo manchado se puede sustituir por otro blanco, yo no te puedo reemplazar por nada  ni por nadie. Ni siquiera entiendo porque tuviste que ser tú el que pintara mi cuadro, el que lo destrozara. Ya no hay arreglo ¿Sabes?. No se puede borrar lo imborrable gual que tampoco se puede borrar un recuerdo de una memoria. O quizás yo esté confundiendo términos y si se pueda borrar lo inolvidable, quien sabe. Siempre soy yo la que olvida que una realidad no es un sueño, que nos tomamos la vida demasiado enserio, tan enserio que a veces nos provoca ver algo que no es, algo irreal y ahí solamente yo, soy la culpable de haber creído algo que jamás ha existido.




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